En estos tiempos que corren hay un par de cuestiones en las que mostrar tu apoyo puede suponer un ejercicio de valentía.
Lo primero es confiar en los jugadores defensivos del Atlético de Madrid, de los cuales no se puede decir casi nada a favor. Salvo que, por fin, lograron en la semifinal de Copa del Rey no pifiarla más de lo debido. La otra cuestión que requiere un acto de gallardía pura es apoyar a José Luis Rodriguez Zapatero y su gestión.
Pues bien, yo sí confío en nuestro Presidente y su gestión. Ahora tienen dos opciones, creer que esto es una tomadura de pelo y seguir la corriente a los medios "destructivos", así como a la Oposición tricéfala y sin ideas, o pensar que tal y como están las cosas el Ejecutivo está teniendo la determinación necesaria para tomar las medidas oportunas para atajar los problemas que nos acucian.
Se pedía una reforma en lo que se refiere a pensiones, prejubilaciones, etc... pues bien, globos sonda a parte, o iniciativas atropelladas, el Gobierno ha puesto sobre la mesa una reforma. Más o menos acertada, lo que no se puede es discutir sobre cosas que son meros planteamientos. La cuestión es que el debate está sobre la mesa.
Se pedía una revisión en materia educativa. Pues bien, Ángel Gabilondo y todo su equipo ministerial están manos a la obra. Queda claro y demostrado que el nuevo modelo económico debe hacer que la Educación sea una manera de plantear soluciones laborales y que por el contrario no sea el nicho donde habiten ciertos problemas.
Se pedía una reforma laboral, se criticaba la rotura del diálogo social, de lo cual por cierto se culpaba directamente a Zapatero. Pues bien, lo último a lo que el Gobierno se enfrenta de cara: sentar a Patronal y Sindicatos y crear un texto que convezca a los dos.
¿Qué más? Sinceramente, no sé qué más se puede pedir. ¿Resultados?, pues den tiempo. Lo que no se puede hacer es destruir por sistema. El diario ABC habla de ocasión perdida en lo referente a la reforma laboral cuando apenas tiene forma real. ¿Pero a qué jugamos?, ¿qué se quiere?
Evidentemente sé que habrá gente que piense que un 20% de Paro es problema mayúsculo. Sí, es cierto. Pero creo que no descubrir Roma cuando se mencionan las palabras "paro estructural", "crisis del ladrillo". Ante eso qué puede hacer el Gobierno, ¿trabajar?, es lo que está haciendo.
En cuanto a nuestra divertida recesión, pues una lástima para quienes pensaban que no íbamos a salir de ella.
Sí, esa línea hacia arriba que se arquea al más puro estilo Nacho Vidal es la que comienza a susurrarnos de forma muy lejana que lo peor ha pasado. De ahora en adelante el crecimiento económico, la mayor productividad y la generación de empleo vendrán de la mano, y sí, a partir del verano volverá ETA, la incompetencia de Bibiana Aído, la mala gestión de la Gripe A...
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