Comunicólogo Social: Contingencia o necesidad

30 de mayo de 2010



El fragmento de video que se muestra en el inicio de esta entrada es de un cine ranció y cañí que retrata una España de la mal llamada profunda. Se trata de 'Amanece, que no es poco', dirigida por José Luis Cuerda, y cuyo argumento surrealista y totálmente onírico traza un marco poranoide de lo que es España. Por desgracia, en estos tiempos, más que nunca, nuestra sociedad se parece a ese perdido pueblo de Albacete donde se rodó la película.

¡ Me he ido por las ramas !

Lo que yo venía a contar tiene que ver con la parte final de ese video: la contingencia y la necesidad.

Hoy, un tweet de mi buen compañero de Tinta Digital, José Manuel Blanco, rezaba así:

Carme Chacón habla de austeridad en la celebración del Día de las Fuerzas Armadas. Quizá la mejor austeridad sería no festejarlo...

Yo le he respondido de una manera muy absurda diciéndole que lo mejor para no gastar es que dejemos de vivir y así no gastamos.

La reflexión que planteo es la siguiente: En nuestros días de zozobra económica y falta de recursos públicos, ¿qué cuestiones son necesarias y cuáles contingentes?

Hablando más claro, ¿de qué podemos prescindir y de qué no?

Hoy se ha conmemorado el día de las Fuerzas Armadas con un desfile de esos de carácter suntuoso que tanto gusta por esos entornos. Y claro está, ante tanto recorte, lo primero que se viene a la cabeza es que por qué no se ha suprimido dicho desfile.

Suprimimos el desfile, vale, pero qué más hay que supirmir. Podemos recortar en alumbrado público, aunque la gente que anda de noche no le gustará. Podemos recortar en infraestructuras ferroviarias, total, yo no viajo en tren pues me da lo mismo, pero y quién viaje, ¿le dará lo mismo?

A lo que me refiero, si es que a estas alturas no está claro el mensaje, es que tenemos ante nosotros la difícil -o casi imposible- tarea de definir lo que es contingente de lo realmente necesario.

Para unos el desfile será una chorrada, para otros el merecido reconocimiento público de un gran trabajo. Y así una cosa tras otra. Sin ser demagogo está claro que hay ciertas cuestiones que son necesarias y de las cuales no se puede prescindir, al menos mientras se sigan pagando impuestos. ¿Pero cuáles?

2 comentarios:

Unknown dijo...

No puedo estar de acuerdo contigo, Raúl. Es verdad que en esta fiebre del recorte merece la pena pararse un minuto y reflexionar sobre qué es accesible y qué imprescindible. Pero Ejército vs. alumbrado público me parece un ejemplo algo desacertado.

Entre los centenares de propuestas para recorte, nadie había sugerido hasta ayer el gasto en Defensa. Es uno de los ministerios más costosos (8.000 millones) y de una utilidad más fácilmente cuestionable. ¿Para qué necesitamos un ejército? ¿Por respetabilidad en foros internacionales? Un poco cara nos cuesta, ¿no?

En los últimos meses se ha hablado con indignación de coches oficiales y sueldos de políticos. Pero nadie ha llevado el foco de la crítica a los vergonzosas jubilaciones con 50 años y el 100% de sueldo que se han regalado en las últimas décadas a cualquier militar de mínimo rango.

Raúl Masa dijo...

Bueno, los ejemplos, son eso, ejemplos, jeje.

La cuestión es de qué prescindir y por qué...

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