Hace cinco o seis años, cuando un grupo de amigos de diversa índole y categoria social quedaban para tomar una cerveza, arreglaban el mundo, y sobre todo España. No había requerimientos académicos. Valía desde el universitario hasta el que solo había pasado por el bachillerato.
Más o menos todo era sencillo. Un poco de corrupción, poca industria, y generalmente, algo de paro. Boom en la creación de empleo en los periodos vacacionales, ver a los políticos en las sesiones de control del Congreso... Todo estaba asimilado. Pero, ¿y ahora? Pues ahora algo se nos va de las manos. Prima de Riesgo, deuda a 10 años, bonos, preferentes, subvenciones, cumbres... El que pretenda en estos momentos solucionar el mundo tomando cañas con los amigos, una de dos, o es Licenciado en Economía, o se expone a coger un coma etílico.
En ese momento es en el que aparece la labor del periodista. Para algunos, esa labor simplemente debe ceñirse a contar lo que pasa. Exponer los datos, un somero contexto, y todo "información". Personalmente me cuesta creer que alguien que ha pasado cinco años (mínimo) en la Universidad tenga que solaparse en exclusiva a contar crónicas asépticas de lo que ve y escucha. Un periodista debe ser algo más. Un profesional de la información debe contextualizar al máximo, interpretar cuando proceda, valorar honestamente, etc, etc.
Eso no es periodismo, dirán algunos. Bueno, recientemente he visto un ejemplo de alguien que hace eso, y el resultado es magnífico. Desde hace unos días corre el falso rumor de que en España hay 400.000 políticos. Bueno, menos mal que salió a la palestra Iñigo Sáenz de Ugarte (@guerraeterna) para contarnos que eso no es así.
Con este pequeño ejemplo quiero hacer hincapié en esta reflexión sobre el papel de los periodistas ante las cifras, los datos y la falta de rigurosidad. Alguien pone un cuadro con números y solo miro el final. Se ajusta con mi tesis, diré que "España se afianza como el país con más políticos de toda la UE", y me quedo tan ancho. Ahora que la "diana nacional" son los políticos, qué mejor que decir que son muchos y cobran una barbaridad. Total, quién me va a decir que no.
Gente de correos, trabajadores del Instituto Cervantes, bibliotecarios... Esos son los políticos que algunos se han encargado de incluir en el paquete. Ante esto, ¿cuál debe ser el trabajo del periodista?
Sinceramente, y esto puede ser un planteamiento personal, sigue creyendo que el trabajo del periodista, y vuelvo a citar la honestidad, debe ir más haya de ser un mero transmisor de datos. Más, cuando esos datos muchas veces no son fiables. Por ello, la mejor fórmula para que no solo haya datos es la explicación, la interpretación y el análisis. Para gustos los colores, pero si no entiendo de una cosa, quiero que quien sepa me lo explique.
Más o menos todo era sencillo. Un poco de corrupción, poca industria, y generalmente, algo de paro. Boom en la creación de empleo en los periodos vacacionales, ver a los políticos en las sesiones de control del Congreso... Todo estaba asimilado. Pero, ¿y ahora? Pues ahora algo se nos va de las manos. Prima de Riesgo, deuda a 10 años, bonos, preferentes, subvenciones, cumbres... El que pretenda en estos momentos solucionar el mundo tomando cañas con los amigos, una de dos, o es Licenciado en Economía, o se expone a coger un coma etílico.
En ese momento es en el que aparece la labor del periodista. Para algunos, esa labor simplemente debe ceñirse a contar lo que pasa. Exponer los datos, un somero contexto, y todo "información". Personalmente me cuesta creer que alguien que ha pasado cinco años (mínimo) en la Universidad tenga que solaparse en exclusiva a contar crónicas asépticas de lo que ve y escucha. Un periodista debe ser algo más. Un profesional de la información debe contextualizar al máximo, interpretar cuando proceda, valorar honestamente, etc, etc.
Eso no es periodismo, dirán algunos. Bueno, recientemente he visto un ejemplo de alguien que hace eso, y el resultado es magnífico. Desde hace unos días corre el falso rumor de que en España hay 400.000 políticos. Bueno, menos mal que salió a la palestra Iñigo Sáenz de Ugarte (@guerraeterna) para contarnos que eso no es así.
Con este pequeño ejemplo quiero hacer hincapié en esta reflexión sobre el papel de los periodistas ante las cifras, los datos y la falta de rigurosidad. Alguien pone un cuadro con números y solo miro el final. Se ajusta con mi tesis, diré que "España se afianza como el país con más políticos de toda la UE", y me quedo tan ancho. Ahora que la "diana nacional" son los políticos, qué mejor que decir que son muchos y cobran una barbaridad. Total, quién me va a decir que no.
Gente de correos, trabajadores del Instituto Cervantes, bibliotecarios... Esos son los políticos que algunos se han encargado de incluir en el paquete. Ante esto, ¿cuál debe ser el trabajo del periodista?
Sinceramente, y esto puede ser un planteamiento personal, sigue creyendo que el trabajo del periodista, y vuelvo a citar la honestidad, debe ir más haya de ser un mero transmisor de datos. Más, cuando esos datos muchas veces no son fiables. Por ello, la mejor fórmula para que no solo haya datos es la explicación, la interpretación y el análisis. Para gustos los colores, pero si no entiendo de una cosa, quiero que quien sepa me lo explique.
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