¿Periodismo de trinchera o basura?

Cuando la Política y el Periodismo van de la mano de una forma casi inseparable se produce un desgaste para el bienestar democrático que es infumable.

Es más que evidente que la tendenciosidad periodística es innata a la propia profesión informativa, puesto que la gama de colores para afrontar el prisma de la realidad es muy amplio, cada cual tendrá y defenderá una posición. Pero si llegado el momento se excede la línea que marca la información de la mera propaganda, es ahí cuando tenemos un problema.

Toda esta divagación pseudoreflexiva viene a colación del "informativo" emitido en el día de hoy por 'Intereconomía'. Y sí, está entrecomillada la palabra informativo porque sería muy generoso por mi parte calificar el programa panfletario que emiten como un verdadero Informativo.

Y es que no lo entiendo muy bien. Ahora el caballo de batalla es José Bono. Entiendo, y así debo asimilarlo como ciudadano, que si un político ha utilizado su situación y cargo para enriquecerse, deba ser juzgado doblemente, por la vía legal y la de la opinión pública. Hasta ahí, y aunque no venga a cuento, entiendo y respeto que dediquen más de 10 minutos al tema.

Pero algo no me empieza a oler bien cuando las siguientes informaciones son: Garzón, 'Faisán', negociación de ETA...

En que quedamos, lo de Bono es por interés periodístico, o simplemente como cortina de humo para tapar el 'caso Gurtel'.

Soy un defensor de la tendenciosidad de los medios. Es más, siempre he manifestado por activa y por pasiva que prefiero un medio ideologizado para saber a qué me enfrento, pero de ahí a atrincherarse junto a un partido político y utilizar los medios de difusión masivos para hacer propaganda... eso no.

Y en otro orden de cosas, y con mi plumero de ideas al descubierto (aunque no por ello dejaré de ser crítico con quien se lo merezca) no quiero dejar pasar este post para decirle una cosita a la señora Dolores de Cospedal.

Ojalá no tenga nunca ningún problema en el cual tenga que intervenir la Policía Nacional, porque entonces íbamos a ver qué pasaba. Me repujna la gente que desacredita a la Policía por interés político. Y más me repujna si quien lo hace es un político.

Si las palabras del señor Álvarez Cascos la semana pasada me parecían insufribles, absurdas y malechoras, el empecinamiento por parte del PP en creer que la Policía ha aportado pruebas falsas en el 'caso Gurtel', me parece de una bajeza moral y sobre todo intelectual que retrata a la perfección demasiadas cosas.