Comunicólogo Social: De nuevo, malas noticias

7 de junio de 2010

En la última entrada de este Blog hablaba sobre un asunto al que, casualidades o no, le veo unos pequeños brotes que afloran y nada tienen que ver con los verdes de la economía. Se trataba de ese tufillo xenófobo que hoy todavía sigue habiendo en nuestra sociedad.

Pues bien, anoche (madrugada del domingo) tuve la desfortuna de asistir en directo a un conato de lo que podría llamarse "violencia de género".

Era la 1.00 de la mañana, y desde la calle un hombre, bajito pero bastante fornido, forcejeaba con una mujer. Después de unas cuantas voces y gritos, el hombre empujó a la mujer y ésta calló al suelo. Se levantó y siguió la discusión, salpicada con toda clase de insultos. Fueron unos momentos raros, para mí (y los que miraban por las ventanas), como espectador fortuito no sabía bien qué hacer.

La cuestión es que siguieron caminando y doblaron la esquina. Al momento las voces desaparecieron entre el silencio de la noche. En menos de cinco minutos, y gracias a la decidida llamada de alguien que paseaba el perro, se presentaron dos patrullas de la Policía Nacional, una de la Municipal, y hasta el coche de la Secreta, que por desfortuna y haber visto alguna intervención, ya no es secreta.

Subieron al edificio que les indicó el vecino que paseaba por la calle, pero bajaron en muy poco rato, qué pasó allí dentro, no lo sabremos, qué pasará esta noche, y la siguiente... sólo ese desgraciado malnacido lo sabe.

¿Esta historia a cuento de qué viene?, pues muy simple: esta sociedad, la "nuestra", con tanto progreso, tanto avance, tanta gañanería, está olvidando cuáles son los verdaderos valores sociales. Parece que cuestiones como esta de la "violencia de género" o la que citaba del racismo están desapareciendo de nuestro entorno, pero por desgracia creo que no es así.

Últimamente nuestra cabeza está de manera lógica centrada en la crisis, pero no debemos olvidar que hay otra crisis que no sabemos superar: la de valores.

Y ante todo esto siempre me acuerdo de la denostada Bibiana Aído y su Ministerio. Ése que no sirve para nada, ese estúpido y que sólo gasta dinero. Pues bien, creo que a más de uno le convendría dar clases de civismo social y de igualdad, para que a la mujer se le trate con respecto y no se vuelvan a oir cosas como por ejemplo la que hace unos días nos regalaban en 'Intereconomía'. Que los insultos de un hombre a una mujer sean: "guarra y zorra", dice mucho de lo poco que hemos avanzado.

Sobrará o no el Ministerio, pero que no se avanza en temas de igualdad social todo lo que se debiera, eso es una realidad, pese a quien le pese.

Y mientras que allá una sola persona que juzgue a otra por su color de piel, o que se crea en virtud de vejar o maltratar a alguien por ser mujer, tendremos que educar en igualdad.

1 comentarios:

Unknown dijo...

Raúl, yo estoy de acuerdo en fomentar la igualdad, pero se me ocurren otras maneras menos mediáticas que la de crear un Ministerio de función básicamente estética. "Para demostrar que estoy por la igualdad hasta le pongo un ministerio". No, te lo puedes ahorrar, mejor crea un instituto asociado al Min. de Interior que colabore estrechamente con Educación y con S. y Política Social.

Yo prefiero gastarme el dinero, por ejemplo, en asignar mayores recursos policiales y asistenciales a las mujeres maltratadas que en comprar un edificio y llenarlo de burócratas con ideas de campañas geniales. Que no haya que volver a escuchar lo de "se saltó la orden de alejamiento y la mató". Que siempre haya alguien al otro lado del teléfono. Que no falten recursos para que puedan empezar de nuevo tras poner una denuncia...

Y a todo esto, conste que apoyo plenamente la reforma de la ley del aborto, el más polémico hijo de Bibiana...

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