Este puede ser un buen momento para ver la película La clase. Lo es no solo porque sea buena, sino por el fabuloso contexto en el que nos encontramos.
En el debate sobre el estado de la Región (en la Comunidad de Madrid), la presidente Esperanza Aguirre sugirió que los profesores tuvieran el rango de autoridad jurídica. Las voces se levantaron en contra y a favor, sin saber muy bien si es la mejor opción o no. Pues bien, pocos días después de haberse iniciado el curso académico, le ha llegado en forma de "razón" a la señora Aguirre una denuncia de malos tratos que una profesora ha interpuesto sobre el padre de un alumno.
En lo que a mi respecta he sido muy claro en el Editorial escrito en Sin Hora De Cierre: esto es un problema de la sociedad.
En la película hay una secuencia fabulosa que escenifíca con exactitud la situación actual. Después de varios problemas con un alumno conflictivo, el profesor de dicho alumno tiene una reunión con el director del centro. Durante el transcurso de la misma, el director le pregunta: "¿tú sabes cómo solucionar esto?", a lo que el profesor se encoge de hombros.
Creo que ese gesto describe mejor que mil palabras la problemática actual. No hay que ser más represivos, no hay que endurecer sanciones, no hay que dotar a los profesores de mayor autoridad. Lo que se debe hacer es plantear un debate del que deben participar alumnos, profesores, autoridades políticas y padres. Replantear los actuales sitemas educativos, reconformar los valores sociales... en fin, algo imposible.
Pero no por imposible se debe dejar de lado. Hace 7 años que salí de las aulas y soy consciente del cambio producido, pues ya entonces había situaciones que eran surrealistas, pero algo hay que hacer.
Aunque insisto una y mil veces, no puede haber bandos de buenos y malos, padres por un lado y profesores por otro, etc. Lo que debe haber es un acuerdo para darse cuenta de que hay un problema, porque lo hay, y entre todos juntos llegar a las soluciones que si bien no lo arreglen todo, sí exista la posibilidad de que quien quiere estudiar, lo pueda hacer. Es duro, pero hay que empezar a tomar medidas y sobre todo, no jugar a ser hipócritas.
En el debate sobre el estado de la Región (en la Comunidad de Madrid), la presidente Esperanza Aguirre sugirió que los profesores tuvieran el rango de autoridad jurídica. Las voces se levantaron en contra y a favor, sin saber muy bien si es la mejor opción o no. Pues bien, pocos días después de haberse iniciado el curso académico, le ha llegado en forma de "razón" a la señora Aguirre una denuncia de malos tratos que una profesora ha interpuesto sobre el padre de un alumno.
En lo que a mi respecta he sido muy claro en el Editorial escrito en Sin Hora De Cierre: esto es un problema de la sociedad.
En la película hay una secuencia fabulosa que escenifíca con exactitud la situación actual. Después de varios problemas con un alumno conflictivo, el profesor de dicho alumno tiene una reunión con el director del centro. Durante el transcurso de la misma, el director le pregunta: "¿tú sabes cómo solucionar esto?", a lo que el profesor se encoge de hombros.
Creo que ese gesto describe mejor que mil palabras la problemática actual. No hay que ser más represivos, no hay que endurecer sanciones, no hay que dotar a los profesores de mayor autoridad. Lo que se debe hacer es plantear un debate del que deben participar alumnos, profesores, autoridades políticas y padres. Replantear los actuales sitemas educativos, reconformar los valores sociales... en fin, algo imposible.
Pero no por imposible se debe dejar de lado. Hace 7 años que salí de las aulas y soy consciente del cambio producido, pues ya entonces había situaciones que eran surrealistas, pero algo hay que hacer.
Aunque insisto una y mil veces, no puede haber bandos de buenos y malos, padres por un lado y profesores por otro, etc. Lo que debe haber es un acuerdo para darse cuenta de que hay un problema, porque lo hay, y entre todos juntos llegar a las soluciones que si bien no lo arreglen todo, sí exista la posibilidad de que quien quiere estudiar, lo pueda hacer. Es duro, pero hay que empezar a tomar medidas y sobre todo, no jugar a ser hipócritas.
1 comentarios:
El poder judicial no precisa añadidos legislativos ni normativos para aplicar el Código Penal en el caso de agresiones, máxime si estas son físicas.
Aguirre hace política de gestos, pero ese tampoco es el problema. Lo esencial se puede resumir en una pregunta: ¿Cuándo se dignarán las autoridades administrativas y judiciales a aplicar laleyes y normas administrativas sin "compasiones absurdas" ni reinterpretaciones?
Hay resortes, y no pocos, para castigar faltas y delitos, pero no se utilizan.
Las virtudes de la bondad y de la tolerancia son una cosa y las inhibiciones, otra.
Saludos.
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